viernes, 6 de febrero de 2009
arruguitas
Se susurran al oido...pero porque la voz cascada ya no emite mas sonido...
Ella le tiende la mano, y asi él puede abandonar el banco de la plaza.
Arruguitas en los ojos...
En las manos...
Seguramente tambien en el alma...
El sol brillaba entre las hojas, y ellos, de la mano, siguen su camino...
Recorren despacito, muy despacito los caminos, hasta perderse...
Quien sabe hasta cuando.
Yo, los vi juntos esta mañana.
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Esto es muuuuuuuy lindo!!!
ResponderEliminarMucho me conmueve que sea sensible a la ancianidad. Y el AMOR en la ancianidad es el más genuino!